Rhodiola Rosea: Leyendas – Historia
Las virtudes del Frío
Desde hace siglos, la rhodiola ha sido valorada por su resistencia a fríos árticos a pesar de su tan débil apariencia. La llamada Raíz Ártica permite hacer frente a las tensiones de la vida en regiones montañosas con climas rigurosos.
Los Vikingos, pueblos de Escandinavia, famosos por sus incursiones y pillajes en Europa, usaban la Rhodiola como fuente divina de su fuerza y valor.
En Siberia, sigue siendo dicho proverbial:
“Aquellos que beben té de Rhodiola vivirán más de cien años.”
Además de propiedades para dar vigor y fuerza, se atribuye a la rhodiola virtudes afrodisíacas y que favorecen la fertilidad: hoy en día sigue siendo un regalo común a los recién casados siberianos para que engendren hijos sanos.
Cuando la Historia supera la Ficción
En 1947 empezó la llamada “Guerra Fría”, enfrentamiento ideológico y político, entre los bloques occidental-capitalista liderado por Estados Unidos, y el oriental-comunista llevado por la Unión Soviética.
La rivalidad impactó el desarrollo militar, la carrera armamentista, la exploración espacial, deportes olímpicos, la ciencia, la medicina y la industria. ¡Lo que sea para demostrar al resto del mundo la superioridad de un bloque sobre otro!
A petición del estado soviético y con el propósito de mejorar el rendimiento de sus soldados, el científico ruso, el Dr. Nicolai Lazarev, enfocó sus investigaciones en plantas conocidas por sus altas propiedades. Empezó con el Panax Ginseng, descubriendo así lo que llamó “sus propiedades adaptógenas”.
No obstante, a pesar de varios beneficios, el ginseng provocó efectos indeseables.
El Dr. Israel Brekhman amplió entonces la investigación de su mentor, el Dr. Lazarev. Entre las nuevas plantas que estudió, estaba la Rhodiola Rosea.
Rápidamente, descubrió que la rhodiola estimula el sistema nervioso, disminuye la depresión, mejora el rendimiento en el trabajo, entre otras propiedades.
Mientras los soviéticos compartían sus conocimientos acerca de ciertas hierbas, sus hallazgos sobre la rhodiola fueron mantenidos en archivos secretos, muy lejos de sus rivales estadounidenses.
Cuando se disolvió la Unión Soviética en 1992, incluso después de que muchos expedientes fueran desclasificados, muchos siguieron olvidados en el sótano del Departamento de Defensa.
Gracias al empeño de dos profesores estadounidenses, los Dres. Gerbarg y Brown, y las traducciones de un antiguo científico de la URSS, el Dr. Ramazanov, se consiguió desenterrar los resultados de las investigaciones soviéticas.
La planta preferida del Casanova ucraniano
Antes de nuestra época moderna, ya se hablaba de la rhodiola en Ucrania, pero como afrodisíaco: dicen que en el siglo XIII, el príncipe Daniel Romanovich (Danila Galitsky), cuyas proezas amorosas siguen alimentando la imaginación popular, debía su vigor a la rhodiola.

Un manjar imperial
La gente de Asia Central considera que un té elaborado con la rhodiola es el tratamiento más efectivo para el resfriado y la gripe.
De hecho, los emperadores chinos enviaron expediciones a Siberia con el único propósito de recoger la Raíz de Oro y preparar esta bebida.
La rhodiola tibetana se ha vuelto tan popular en estos últimos años que, con la supervisión del Tibet Institute of Biology, se colecta cada año 10.000 toneladas de su rhodiola .
En su libro Handbook of Traditional Tibetan Drugs, T.J. Tsarong ha publicado 175 formas de consumir la rhodiola para beneficio del organismo.
Los médicos de Mongolia la prescriben para la tuberculosis y el cáncer.
Desde la Antigüedad
En el año 77 DC, en Grecia, el médico, farmacólogo, botánico y físico Dioscórides mencionaba en su libro De Materia Medica los usos medicinales de la rhodiola, a la que llamó Rodia Riza. Esta obra alcanzó una amplia difusión y se convirtió en el principal manual de farmacopea durante toda la Edad Media y el Renacimiento.
La planta de los semidioses

Siguiendo con Grecia, se ha vinculado la rhodiola con un episodio de la mitología: Jasón y el vellocino de oro.
El héroe Jasón tenía que robar el vellocino de oro, la piel de un carnero alado, guardada por un dragón. Tras múltiples peripecias, la maga y experta en la preparación de plantas, Medea, entregó al héroe una pócima mágica, permitiéndole vencer al dragón.
Según el poeta Cayo Valerio Flaco, la pócima fue elaborada a partir de una flor del Cáucaso, nacida de la sangre del hígado de Prometeo, tras el suplicio de las águilas, castigo de Zeus.
Para el Dr. Brown, la flor de la pócima mágica era rhodiola, ya que según su teoría, el descubrimiento de la rhodiola por los griegos se remontaba al siglo XIII AC.
Una pequeña duda …
La rhodiola tiene sin duda un alto poder de fascinación. Hasta el punto de a veces darle nombres que no se verifican en las leyendas citadas.
Por ejemplo, se le llama La Vara de Aarón, como referencia a un pasaje del Antiguo Testamento.
Tras liberar a Israel de Egipto, Dios mandó a Moisés que recogiera una vara seca de almendro de cada tribu y las pusiera al lado de Aarón: solo la suya floreció, demostrando su preferencia divina.
No faltaba más para decir que la flor aparecida era una rhodiola…