Composición de la Rhodiola Rosea
Dentro de los compuestos característicos de la Rhodiola rosea destacan los fenilpropanoides (rosavina, rosarina y rosina, conocidas en conjunto como rosavinas) y derivados del feniletanol (salidrósido o rodiolósido y tirosol).
Las rosavinas tienen propiedades antioxidantes y además se han relacionado con el efecto antifatiga de la rhodiola, al activar la síntesis de ATP mitocondrial. El salidrósido, tiene poder antioxidante y múltiples efectos positivos: actividad neuro- cardio- y hepatoprotectora y reducción de los desórdenes del sistema inmune y neuroendocrino debidos a estrés.
Dentro del género Rhodiola existen especies similares morfológicamente a R. rosea pero que sin embargo no poseen la misma composición química. La Rhodiola rosea presenta una concentración relativamente alta de rosavinas, que son compuestos específicos de esta especie.